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Guía de cuidado y autoayuda después de un Atentado Terrorista

Guía de cuidado y autoayuda después de un Atentado Terrorista RECOMENDACIONES DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE PSICOTRAUMATOLOGIA Y ESTRÉS TRAUMÁTICO (SEPET)

Guía de cuidado y autoayuda después de un Atentado Terrorista

El terrorismo provoca miedo, impotencia y una gran sensación de vulnerabilidad. Estas acciones violentas son aleatorias, intencionadas, y siembran confusión, miedo y desamparo atacando a ciudadanos indefensos.

Los ataques terroristas tienen un impacto emocional importante sobre las personas que lo experimentan: heridos, testigos directos de la muerte de algún familiar o amigo, familias de las víctimas, así como el personal de emergencias médicas y psicológicas, voluntarios, miembros de la prensa, miembros de la comunidad, etc.

Los que presenciaron el atentado o han perdido seres queridos experimentarán reacciones fuertes y las personas que vieron o que escucharon acerca de los ataques en la televisión pueden sentirse muy irritados, con una intensa sensación de rabia y de impotencia.

Reacciones comunes ante hechos traumáticos

Reacciones comunes en presencia de eventos traumáticos como este incluyen en los primeros días miedo, incredulidad e impotencia. Más adelante la persona puede sentirse temerosa, triste, horrorizada, impotente, enojada, abrumada, confundida, distraída, emocionalmente entumecida o desorientada.
Puede verse invadida por pesadillas, imágenes y sonidos que irrumpen en la mente o por pensamientos depresivos.

Los niños y jóvenes podrían estar irritables, distraídos o como ausentes. Estas son reacciones normales en respuesta a sucesos estresantes. Con la ayuda de familiares y amigos, la mayoría de las personas gradualmente mejoran con el paso del tiempo.

¿Qué hacer para adaptarse al trauma?

* Trate de identificar como se siente. Comprenda que sus sentimientos son una reacción normal frente a una situación anormal.

* Pase más tiempo con otras personas. El enfrentar momentos estresantes es más fácil cuando la gente se ayuda mutuamente.

* Si le ayuda, hable acerca de cómo se siente. Esté dispuesto a escuchar a otros que necesitan hablar de cómo se sienten.

* Regrese a sus rutinas diarias. Hábitos conocidos pueden ser muy confortantes.

* Tome tiempo para afligirse y llorar si lo necesita. Para sentirse bien debe dejar sus sentimientos aflorar, en vez de oprimirlos o esconderlos.

* Pida apoyo y ayuda a su familia, amigos, iglesia o cualquier recurso comunitario. Forme parte o intégrese a grupos de apoyo.

* Fíjese objetivos pequeños para confrontar problemas grandes. Confronte las situaciones de una en una en vez de tratar de hacer todo en un momento.

* Coma adecuadamente y tómese un descanso para caminar, estirarse y relajarse aunque sea por unos minutos cada vez.

* Asegúrese dormir lo suficiente y descansar. Necesitará dormir más de lo común cuando esté muy estresado.

* Haga algo que le haga sentirse bien como bañarse con agua tibia, sentarse al sol…etc.

* Si trata de hacer demasiado, trate de hacer menos, dejando para después o dejando de hacer algunas cosas que no son absolutamente necesarias.

* Encuentre algo positivo que pueda realizar. Done sangre o dinero para ayudar a las víctimas del ataque. Únase a las personas de su comunidad para enfrentar esta tragedia.

* Escápese de la tensión del evento algunas veces. No vea las noticias, apague la televisión y distráigase haciendo algo que le agrade.

* Recuerde que ha superado la adversidad y el trauma en el pasado. Trate de recordar qué hizo para superar el miedo y la impotencia en esa situación.

Reacciones de los niños ante hechos traumáticos

Los niños son especialmente vulnerables al trauma, tienen menos recursos que los adultos para poder comprender y elaborar lo ocurrido. Es importante estar con ellos y ayudarles a que puedan hablar de cómo se sienten. Las imágenes en la televisión sobre la violencia, heridos y cadáveres pueden perjudicarles, es importante limitarlas. Las reacciones que se describen aquí son parte de un proceso normal de recuperación. Pueden mostrar algunos de estos síntomas.

* Dificultades para dormirse, pesadillas.

* miedos diversos algunos en relación con el atentado (miedo a que se repita, a que fallezca un ser querido, a la oscuridad…) otros no.

* Comportarse como si fuera más pequeño (hacerse pis en la cama, no querer estar sólo…).

* Pueden evitar conversaciones, actividades y pensamientos que recuerden el atentado; estar tristes y a veces aislarse.

* Están más intranquilos, nerviosos, a veces irritables.

* Pueden aparecer dificultades escolares al estar más distraídos y con menos concentración.

Pautas y Recomendaciones para Padres

* Cuéntenle lo ocurrido de una forma simple y honesta, que su hijo pueda comprender.

* Ayúdele a hablar de cómo se siente, sin obligarle. Pregúntele sobre lo que ha visto, oído o sentido. Si no quiere hablar, pregunte cómo cree que se sienten otros niños. Anímele a dibujar, modelar o escribir lo que piensa del atentado.

* Hágale saber que entienden como se siente.

* Asegúrele que está a salvo, que sus padres (familiares, cuidadores) le van a cuidar y que van a estar juntos. Díganle que le quieren y reconfórtenlo a menudo.

* Intente mantener las rutinas y horarios habituales de la familia: comidas, sueño, actividades habituales…

* Limite los programas de TV sobre el atentado o sobre hechos violentos.

* Pasen tiempo con él sobre todo antes de dormir.

* No pasa nada si le dice al niño que se siente triste, enfadado o cansado o si su hijo le ve llorar. Pero no lo sobrecargue con sus emociones. De esta forma el niño también podrá expresar sus sentimientos.

* Sea paciente con su hijo y con usted mismo. Déle a su familia tiempo para la adaptación.

Cuándo necesitamos ayuda

Con el tiempo y con el apoyo de familiares y amigos gran parte de las reacciones van remitiendo. Sin embargo en algunas personas esto no ocurre. Conviene buscar ayuda profesional si estas reacciones se mantienen durante más de dos meses o si aparecen las siguientes:

* Continúa sintiéndose muy trastornado o con mucho miedo, casi continuamente.

* Actúa de manera muy diferente a como era antes del trauma.

* No puede trabajar o cuidar a sus hijos o su casa.

* Sus relaciones interpersonales se están empeorando.

* Usa drogas o bebe mucho alcohol.

* Se siente nervioso o tiene muchas pesadillas.

* No puede dejar de pensar en el ataque.

* No puede disfrutar de la vida de ninguna manera.

* En niños: si se mantienen irritables, nerviosos, con miedo sobre todo a estar solos, a separarse de sus padres o cuando están tristes durante largo tiempo.

Dónde obtener ayuda

* Diríjase a los servicios que se han habilitado después del atentado, si es victima o familiar de victima diríjase al Ministerio del Interior, Oficina de Atención al Ciudadano y de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo, C/ Rafael Calvo nº 33 Madrid. Tel: 900-150-000 / 902-150-003.

* Si es Vd. uno de los profesionales o voluntarios que ha estado ayudando en el atentado diríjase a los servicios que le han facilitado en el lugar en el que ha estado interviniendo.

* Si no pertenece a los grupos anteriores diríjase a los centros de Atención Primaria, o Salud Mental, en todo caso a un profesional especializado en estos casos.

* Verifique en esta página electrónica la información al corriente en como obtener ayuda. Seguiremos ofreciendo información sobre nuevas maneras de obtener ayuda en cuanto se encuentre disponible. Si lo desea, puede contactar con nosotros y consultar sus dudas a través de nuestro apartado "Contacto". Le responderemos lo antes posible.

Más información
http://www.sepet.org/
Publicado el 14/03/04

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