Blogia
Cuaderno de abordo de Orientaeduc.com

Aprobados los reales decretos que regularán la PGB y el acceso a la Universidad

Aprobados los reales decretos que regularán la PGB y el acceso a la Universidad La nueva PGB sustituirá a la actual selectividad desde el curso 2005-2006
Los reales decretos de educación desarrollan Ley Orgánica de la Ley de Calidad y la Ley Orgánica de Universidades y definen la ruta para pasar de la enseñanza secundaria a la superior a partir del 2005/2006. La prueba supondrá el 40% de la nota de la calificación final de Bachillerato y el expediente de los dos cursos el otro 60%.
Ver revista de prensa de STECyL

1 comentario

Luis Barriocanal -

En esto queda la tan cacareada “supresión de la selectividad” que la ministra anunció a bombo y platillo con la intención de ganar respaldo social a sus poco “sociales” iniciativas.
No es cierto que se elimine la selectividad. El temido examen será sustituido en primera instancia por otro que no será muy diferente. En la llamada reválida los estudiantes de bachillerato deberán “revalidar” las calificaciones obtenidas a lo largo de la etapa para poder obtener el título de Bachiller. En segundo término, cada facultad o escuela universitaria tendrá competencias para establecer su propia prueba de acceso.
Por ello, más que de supresión habría que hablar de multiplicación de los exámenes. El sistema va a ser más selectivo y más clasista. Los estudiantes, al menos la mayoría, pueden salir perdiendo con el cambio. En primer lugar a causa de la acumulación de exámenes con que se van a encontrar al finalizar el curso: el de reválida en su instituto, otro en la facultad en la que deseen entrar y al menos un tercero, por si acaso, en alguna otra. Con el tiempo acabará siendo más importante aprender a pasar exámenes que disfrutar aprendiendo cosas útiles para desenvolverse en el mundo y contribuir al desarrollo de la sociedad.
El segundo tipo de perjuicios puede venir del hecho de que si se permite que cada facultad o escuela establezca sus propios criterios de admisión puede abrirse la puerta a la arbitrariedad y al favoritismo.
Finalmente, y aunque algunos no estén de acuerdo con esta afirmación, la reforma anunciada puede afectar seriamente a la igualdad de oportunidades de todos los alumnos, pues a los hijos de las familias más pudientes se les abrirán posibilidades de elección de estudios que, sean cuales sean sus méritos, les estarán negadas al resto. Un efecto que, por otra parte, es más acusado cuantos más filtros, más trabas y más “reválidas” se interponen en el camino de los estudiantes a lo largo de su vida académica.